¿Cuánto hay de diseño y cuánto de interiorismo en este espacio?
Las funciones de un hogar son evidentes, claro que sí, pero eso es solo una pequeña parte de la historia. Aquí se piensa, se decide, se ríe, se llora, se siente, y se vive, se vive y se vive.
¿Cuánto espacio necesitamos para reflexionar? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántas veces?
Es fascinante cómo los edificios pueden adquirir una especie de aura o personalidad propia, influenciada tanto por su diseño arquitectónico como por las experiencias y las historias de las personas que los habitan. Es como si absorbieran la energía y la esencia de quienes los frecuentan, y eso se refleja en su atmósfera interior. Cada edificio parece tener sus propias reglas no escritas, sus propias normas de comportamiento y estilos de vida que se adaptan a las personas que lo llaman hogar. Es un testimonio del poder del entorno construido para moldear nuestras experiencias y nuestras identidades.
Por eso nuestra misión es trabajar en armonía con cada estilo de nuestros clientes.